Nedžiba Salihović, de Srebrenica, Yugoslavia, le grita a un soldado de las Naciones Unidas en un campo de refugiados en Tuzla, Bosnia, 1995. Más de 7.000 hombres fueron ejecutados cuando el refugio seguro de las Naciones Unidas en Srebrenica fue invadido por las fuerzas serbias y miles de cadáveres fueron encontrados en fosas comunes alrededor de Srebrenica. Imagen: Cortesía de Ron Haviv, VII
Investigar crímenes de guerra: seguir el rastro de los criminales de guerra
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Es relativamente reciente la idea de que los individuos deben ser criminalmente responsables bajo la ley internacional por sus actos durante los conflictos armados. El concepto de crímenes de guerra se codificó a finales del siglo XIX y principios del XX. Como célebremente se dijo durante los juicios de Nuremberg en 1946: «las personas cometen los crímenes contra la ley internacional, no las entidades abstractas, y es sólo castigando a individuos que se pueden sancionar estos crímenes y hacer cumplir las reglas de la ley internacional». No obstante, aún resulta un gran reto procesar a criminales de guerra. Son pocos los culpables condenados en una corte y eso sólo sucede una vez que el conflicto ha terminado. Desde el final de la Segunda Guerra Mundial, ha habido cientos de juicios por crímenes de guerra en cortes internacionales y locales, pero esta cifra sólo llevó a un número muy bajo de condenas, y de éstas pocas fueron contra líderes de alto nivel. Los periodistas juegan un papel importante en descubrir la identidad y responsabilidad de los criminales de guerra, y aumentan la probabilidad de que algún día se haga justicia.
Durante el siglo XX, los periodistas comenzaron a cubrir los más importantes juicios por crímenes de guerra, como los de Núremberg luego del Holocausto Nazi. Desde entonces, los periodistas han hecho reportajes sobre cómo identificar a los responsables por crímenes de guerra. Algunos ejemplos incluyen a Seymour Hersh, en su cubrimiento de la masacre My Lai durante la guerra de Vietnam; David Rohde y Ed Vulliamy, en la guerra de Bosnia; Théo Englebert, sobre un sospechoso del genocidio de Ruanda; Allan Nairn, en Timor del Este y Guatemala; y Priyamvatha Panchapagesan, en Sri Lanka. Investigar a criminales de guerra a menudo exige un tiempo prolongado de reportaje que se puede extender durante varios años.
Con la disponibilidad cada vez mayor de datos, las investigaciones periodísticas del siglo XXI se han vuelto más colaborativas, a veces involucrando varias agencias de medios y especialistas de investigación. El desarrollo de tecnología también ha aumentado el número de reportajes técnicos y de fuente abierta, para incluir el uso de imágenes satelitales para ubicar a unidades militares. La presentación de este trabajo también se nutre cada vez más de varios medios de reportaje, incluyendo gráficas interactivas, texto, fotografías y video. Hacer periodismo sobre criminales de guerra es un campo exigente y especializado que sigue evolucionando, así que aquí hay algunos consejos y herramientas que pueden ayudar.
Consejos y herramientas
¿Hay potencialmente una historia?
Cuando hay una historia potencial sobre una atrocidad o un culpable, los periodistas deben considerar si seguir investigando es: viable, verificable, valioso, oportuno y constituye trabajo original.
Por su naturaleza, los crímenes de guerra son transgresiones serias e ilegales, así que a menudo se llevan a cabo en secreto o subrepticiamente. Varios canales de información pueden aclarar si hay una historia qué cubrir.
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Redes sociales
Las redes sociales son un medio importante para encontrar pistas que dejan usuarios civiles, víctimas y perpetradores. A través de redes sociales también podrían encontrarse documentos gubernamentales filtrados, o se pueden encontrar y cultivar fuentes.
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Fuentes
Es necesario construir una red personal de fuentes para alimentar durante el curso de toda una carrera. Emily Fishbein una periodista independiente que cubre Myanmar, tiene un ritual diario en el que revisa/actualiza una base de datos de fuentes.
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Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC)
Personas locales y que operan en el área local están empleadas en OSC, y por lo tanto tienen a menudo una comprensión profunda de lo que sucede en el terreno. Estas organizaciones también pueden ser muy útiles para usar como fuentes, y para ayudarles a los periodistas a encontrar víctimas, testigos y a veces incluso información de trasfondo sobre los culpables de cometer los crímenes.
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Las noticias
Las noticias diarias, incluyendo los medios de propaganda gubernamental y los medios en el idioma local, pueden dar pistas importantes, como ofensivas nuevas significativas, movimientos de tropas o denuncias de atrocidades que no han sido verificadas. Al final de la semana, revisa qué noticias pueden merecer más tiempo e investigación.
Investigación previa y presentación de propuesta
Si hay una historia potencial sobre un culpable o una atrocidad, los periodistas deben considerar si investigar más es: viable, verificable, valioso, oportuno y si constituye un trabajo original.
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Viable
¿Puedes llegar a las víctimas, testigos y culpables, sea en persona o por medio virtual? ¿Son las fuentes las adecuadas?
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Verificable
Los reporteros deben tener acceso a múltiples fuentes que sean independientes entre sí. También es bueno tener varios tipos de datos. Al igual que muchos periodistas de investigación, el experto legal Reed Brody aconseja asumir que el estándar más alto de rigor lo tienen los documentos. El uso que Brody les dio a los documentos en su investigación sobre el dictador de Chad, Hissene Habre, tuvo un poderoso efecto.
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Valioso
¿Tiene la historia interés público? ¿Ofrecerá una mirada profunda sobre cómo opera una organización armada o podrá identificar a los culpables? ¿Y hablando en términos prácticos, hay algún editor interesado en trabajar la historia?
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Oportuno
Las noticias oportunas son importantes, así como ser el primero en cubrirlas. No obstante, una historia puede sufrir si se hace demasiado pronto, antes que los hechos se desarrollen lo suficiente para dar un cubrimiento profundo.
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Trabajo original
Así mismo, asegúrate de que nadie ya haya reporteado sobre la historia o hecho algo similar a lo que quieres cubrir. Dicho eso, puede haber un ángulo importante que no se ha cubierto o explorado lo suficiente sobre un incidente o una atrocidad. Por ejemplo, en el año que le siguió a la invasión rusa de Ucrania en el 2022, The Washington Post, Reuters y The New York Times publicaron trabajo original e importante sobre la forma como los soldados rusos usaron la violencia sexual como arma, a medida que se encontraban más pruebas.
Recoger información/Verificación
Es importante reconocer que, en cualquier etapa, puedes percibir que la historia que investigas no es lo suficientemente fuerte o que está basada en suposiciones falsas o rumores. En tal caso, los periodistas deben estar dispuestos a dejar la historia o archivarla para el futuro. Por ejemplo, en 2018, un colega y yo comenzamos a explorar el tema de las milicias apoyadas por los militares en Rakhine, Myanmar, pero no pudimos tener una comprensión clara de lo que estaba sucediendo. No obstante, cuatro años después, luego de que la situación se desarrolló, este esfuerzo temprano eventualmente se convirtió en una pieza de investigación que rastreaba las milicias lideradas por los monjes. Nuestro reportaje vinculó a estos grupos armados con el saqueo y quema de 100 pueblos y otros ataques mortales contra civiles, que las Naciones Unidas han descrito como probables crímenes de guerra.
La paciencia y la comprensión del contexto más amplio son importantes. Incluso si tienes información significativa, es imperativo esperar a que tu historia sea lo suficientemente fuerte antes de publicarla. No se pueden cometer errores. Esto puede ser difícil cuando un periodista está apegado a la historia y apasionado sobre el hecho de revelar una actividad potencialmente criminal. Debes ser metódico, detallado y exhaustivo en tu investigación.
Por otra parte, no trabajes más de la cuenta en la historia. Los criminales de guerra a menudo están en altas posiciones de poder. Entre más tiempo tarde un periodista en publicar, más se corre el riesgo de que se comprometa su propia seguridad o la de sus fuentes. Es más, las demoras innecesarias pueden también ofrecerles a los culpables la posibilidad de ocultar su rastro. Esto puede incluir el arresto o asesinato de figuras claves en acusarlos, incluyendo testigos, otras fuentes y periodistas. Es vital considerar el momento oportuno y calibrar el riesgo.
Fuentes
Obtener fuentes humanas exige aproximarse a ellas desde múltiples ángulos, que sean independientes entre sí. Por ejemplo, testimonios de las víctimas, testigos y en el mejor de los casos, los culpables. Los antiguos funcionarios cercanos a las estructuras de poder también pueden usarse y a menudo son una fuente importante de información, en especial para la verificación. Por ejemplo, en esta historia un oficial militar que desertó ayudó a confirmar cuáles fueron las unidades involucradas en asesinatos en masa en la región de Sagaing, de Myanmar.
Las versiones de segunda mano pueden buscarse como fuentes. Son por ejemplo médicos, actores de la sociedad civil, especialistas en derechos humanos y otras autoridades que han interactuado con las víctimas. Esto puede involucrar a decenas de fuentes humanas. Es importante corroborar lo más posible, pues incluso asumiendo que las personas dicen la verdad, investigaciones psicológicas demuestran que a menudo se sobreestima la confiabilidad de la memoria de testigos y víctimas en las investigaciones y judicialización de crímenes. El documentar la evidencia, como las órdenes militares, puede ser muy valioso para darle peso al testimonio. Para ver más información, consulta esta guía en el capítulo sobre fuentes y entrevistas.
Organizaciones locales
Las organizaciones locales como las OSC pueden ayudar a identificar a las víctimas, testigos e historias sobre los culpables. También pueden ayudar con logística. Tener acceso a lugares apartados y cruzar puntos de control potencialmente peligrosos a menudo sólo es posible con la ayuda de guías locales y expertos. Este fue el caso en nuestro reportaje sobre reclutamiento forzado por parte de organizaciones armadas, que tuvo lugar durante un conflicto y un bloqueo completo de internet en el estado de Rakine, Myanmar.
Propaganda
La propaganda puede ser muy útil para atar los cabos de una historia. Obviamente, es improbable que la propaganda gubernamental reporte un crimen de guerra. Al contrario, probablemente fabricarán historias sobre tropas haciendo donaciones a las comunidades, etcétera. Pero estas historias pueden ser inadvertidamente reveladoras. Por ejemplo, pueden ofrecer detalles sobre qué unidad está en la población, así como los nombres y rangos de los comandantes involucrados, junto con sus retratos. Es importante leer este material con ojo crítico y no caer presa de narrativas de propaganda o adoptarlas inadvertidamente en el reportaje.
Tecnología y fuentes abiertas
El testimonio directo se puede complementar con datos como imágenes satelitales, documentos gubernamentales e informes independientes. El texto también se puede acompañar de gráficos, fotografías y video.
Los equipos de investigación y las salas de redacción a menudo han empleado herramientas de fuente abierta, como reconocimiento facial, para rastrear a criminales de guerra. Las fotografías se pueden emplear para geolocalizar a personas o grupos. Pueden emplearse algoritmos para analizar conjuntos masivos de datos. También pueden aprenderse lecciones específicas a partir de ciertos eventos, como lo que han reunido los periodistas sirios a partir de investigar crímenes de guerra rusos en su país. No obstante, el riesgo de algunas de estas tácticas debe evaluarse. Por ejemplo, escuchar comunicaciones de policía o militares puede ser un delito en algunos países o zonas que han sido designadas como de guerra.
Colaboración
Parte de este trabajo puede ser muy especializado y por ello la colaboración resulta importante para conducir investigaciones profundas sobre crímenes de guerra. Estos socios pueden incluir a organizaciones no gubernamentales especializadas, equipos legales y otros grupos de investigación que indagan en potenciales crímenes de guerra y abusos de derechos humanos en áreas geográficas específicas. Para ver más información sobre esto consulta la guía de GIJN sobre colaboración en periodismo.
Proteger a fuentes y colegas
Es crítico proteger a las fuentes y las víctimas, tener consentimiento informado sobre el uso de información y entrevistar con sensibilidad. En muchas circunstancias, las víctimas permanecen en zonas donde los culpables les pueden hacer daño. Además, las víctimas pueden no entender cómo funciona el periodismo o a quién le están hablando. Debes explicar claramente quién eres, para qué organización trabajas, con qué propósito reúnes información y cómo la utilizarás y presentarás en tu historia. Debes ser explícito describiendo los riesgos que toman al participar. También puedes tener que explicar o educarlos en las mejores prácticas de la seguridad digital.
Por ejemplo, si una fuente te envía fotos de una atrocidad, pueden tener que borrar las fotos y cualquier historial de conversación luego de hablar contigo. No debería aplicarse de la misma forma con víctimas o fuentes vulnerables lo que constituye «on the record» y «off the record», como se haría con un funcionario gubernamental o un destacado disidente político. Incluso si una fuente accede a una conversación «on the record», en cualquier momento deberían tener el derecho de retractarse de revelar su identidad o actualizar sus afirmaciones. Si han dado permiso para ser nombrados, tanto reporteros como editores deben considerar si es una idea sensata, dadas las condiciones de seguridad y la experiencia de la persona.
Estudios de caso
Masacre en Myanmar
«Masacre en Myanmar» es una historia que hace parte de la serie de reportajes de Reuters ganadores del Premio Pulitzer, «Myanmar Burning», que se aproxima al genocidio rohinyá desde varios ángulos. La historia cubría una masacre de civiles rohinyá durante el encubrimiento y negación por parte del ejército de Myanmar sobre sus actos en la región. La historia es inusual porque incluye testimonios directos de perpetradores con evidencia fotográfica, y llevó a que el ejército de Myanmar tomara el paso sin precedentes de apresar a varios de sus soldados, en un inusitado acto de reconocimiento. El reportaje fue realizado por la Oficina de Reuters en Myanmar, luego de que dos de los miembros del equipo, Wa Lone y Kyaw Soe Oo, fueran arrestados durante 18 meses.
Rastrear a un antiguo nazi
Este reportaje de televisión es una pieza original de periodismo de investigación que rastreó y entrevistó a un criminal de guerra nazi de alto rango que vivió en Argentina durante más de 50 años, después de la Segunda Guerra Mundial. Causó furor público y llevó a que Argentina extraditara a Erich Priepke a Italia, donde fue condenado a pagar una cadena perpetua. La investigación de noticias ABC incluyó el uso de registros de archivo de varias jurisdicciones, para reunir pruebas de que este individuo era un criminal de guerra.
Atrapar a un dictador
Este libro por el abogado de derechos humanos Reed Brody, “To Catch a Dictator: The Pursuit and Trial of Hissène Habré,” («Atrapar a un dictador: la persecución y juicio de Hissène Habré»), fue un esfuerzo de 18 años para hacer que el ex dictador de Chad rindiera cuentas por crímenes de guerra. Describe en detalle el esfuerzo exhaustivo para reunir evidencia de las víctimas, investigadores y expertos legales, enfrentando muchos obstáculos y amenazas constantes contra su vida. Su trabajo contribuyó a que las Salas Extraordinarias Africanas encontraran a Habré culpable de crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad y tortura, lo que llevó a una cadena perpetua.
Thu Thu Aung es una periodista de Myanmar, ganadora del Premio Pulitzer, que trabaja para Reuters. Actualmente es una RISJ Journalist Fellow (2023) en la Universidad de Oxford. En su carrera ha cubierto conflictos armados étnicos, tráfico de drogas, abusos de derechos humanos y el genocidio rohinyá.
Ron Haviv es director y cofundador de The VII Foundation y cofundador de VII Photo Agency. Durante las últimas tres décadas, Haviv ha cubierto más de veinticinco conflictos y trabajado en más de cien países. Su trabajo, que ha ganado varios premios, ha sido exhibido en museos y galerías de todo el mundo.