Fuentes secretas: dónde encontrarlas y cómo mantenerlas seguras
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En el ámbito del periodismo de investigación, las fuentes son el alma de las historias y protegerlas resulta primordial.
Hay pocos periodistas con más experiencia en el arte de encontrar, utilizar y salvaguardar fuentes que Bastian Obermayer, un galardonado reportero alemán a quien se le entregaron los documentos que se convertirían en los Panama Papers.
Desde mantenerse accesible a nuevas fuentes para que la información no pase desapercibida hasta garantizar que las personas comprendan las consecuencias de sus acciones, estas son las mejores prácticas en el trabajo con fuentes de los periodistas de investigación.
El poder de las fuentes
Los Panama Papers eran una filtración de 11.5 millones de documentos que exponían el papel de la industria financiera extraterritorial y cómo se permite el crimen y las malas prácticas en la misma. Se erige como uno de los trabajos periodísticos de mayor impacto de los últimos años y destaca el papel fundamental de las fuentes secretas en el descubrimiento de escándalos globales masivos.
Pero ¿por qué las fuentes eligen a determinados periodistas sobre otros? ¿Por qué estos documentos tan sensibles terminaron en manos de Obermayer y no de otra persona?
“No hay una razón especial”, dijo Obermayer en la 13ª Conferencia Mundial de Periodismo de Investigación (#GIJC23), al tiempo que reveló que la historia le llegó por primera vez porque los periodistas de The New York Times y The Washington Post no respondieron a sus correos electrónicos. “Fui el tercer periodista contactado por la fuente”, explicó.
Su conclusión clave es simple: “Siempre tómate el tiempo para responder tus correos electrónicos y contestar llamadas. Podrían ser fuentes”.
Construye tu perfil
«Para atraer fuentes es necesario cultivar una fuerte presencia en línea», afirmó Obermayer, que fue reportero del Süddeutsche Zeitung antes de fundar el medio de investigación Paper Trail Media con un colega. Los reporteros pueden lograr esto haciéndose prominentes en línea, manteniendo una presencia activa en las plataformas de redes sociales y asegurándose de que su trabajo periodístico esté disponible. Ser fácilmente detectable es crucial, afirmó.
Pero mantenga su vida personal en secreto
Obermayer mencionó que es importante mantener la vida personal en privado y parecer lo más aburrido posible. Cuanto menos sepa una fuente potencial sobre su vida personal, mejor. «Una vez, una fuente que sintió que había compartido demasiada información dijo: ‘Ten cuidado con la información que te doy, porque sé que tienes hijos'», recordó Obermayer. «Esto es algo que no quieres que la gente sepa sobre ti».
Garantizar la protección de las fuentes
Asegúrate de que tus fuentes se sientan seguras desde el primer momento del contacto hasta después de la publicación. También es responsabilidad del periodista informar a las fuentes sobre las posibles consecuencias de sus actos. Obermayer sugiere que los periodistas hablen con ellos sobre cómo protegerse a sí mismos y a la información que proporcionan.
Comprender los motivos
Se conoce que los espías de la CIA usan el acrónimo “MICE” cuando reclutan fuentes, señaló el periodista de investigación sueco Axel Gordh Humlesjö, quién habló en la misma sesión. Esto representa las diversas motivaciones que tienen las personas para filtrar o denunciar irregularidades, que pueden variar desde ganancias financieras (dinero) hasta creencias personales (ideología), presiones externas (coerción) o deseos impulsados por el ego (ego).
“Puede ser alguien que odia a su jefe. A veces las fuentes tienen su propia agenda, pero puede ser que sus motivos coincidan perfectamente con el interés del bien público”, afirmó Obermayer. Si bien es importante comprender los factores que pueden hacer que una fuente recurra a un periodista, sus motivaciones no tienen por qué convertirse en parte de su historia. “No importa por qué la gente te entrega estos documentos, lo que importa es si son verdaderos”.
Identificar fuentes potenciales
Es importante investigar una fuente potencial para comprender sus antecedentes e intereses y, cuando sea posible, encontrar puntos en común para establecer una buena relación. «Pero a veces es necesario llamar a la gente en frío», reconoció Obermayer. “Una vez tuvimos cierta información, pero necesitábamos que fuera verificada desde dentro de la empresa que estábamos investigando. Llamé en frío a alguien de la empresa y, hablando muy rápido, me presenté, le di los nombres de sus superiores y le pedí que verificara rápidamente la información en su sistema. Lo comprobó y nos dio las respuestas que buscábamos”.
Generar confianza
Según Obermayer, establecer una buena conexión con las fuentes es esencial para las relaciones a largo plazo. Por eso es importante seguir estos tres pasos.
Sé transparente: Explica claramente tus intenciones y procesos. Asegura a las fuentes que su información se manejará de manera responsable.
Prioriza la calidad sobre la velocidad: Enfatiza tu compromiso de comprender la situación a fondo en lugar de apresurarte a contar una historia sensacionalista.
Nunca presiones a las fuentes: Evita presionar a personas con información privilegiada o a denunciantes y obligarlos a infringir la ley. Respeta sus límites y elecciones.
“No queremos una historia rápida y llamativa. Queremos entender la situación. Queremos entender lo que está pasando. Es importante que nuestras fuentes sepan que nuestra evaluación de la historia puede ser errónea y que nos ayudarían a ir en la dirección correcta, lo que podría llevarnos a la historia real”, resaltó Obermayer a la audiencia.
Ser cauteloso
Al hablar con fuentes secretas, Obermayer aconseja al periodista que asuma que cualquier reunión que mantenga con una fuente podría filtrarse.
Encontrar, utilizar y proteger las fuentes es una danza delicada. Generar confianza, ser claro, mantener un perfil profesional y pensar en la seguridad de tus fuentes son pasos esenciales para construir un perfil como periodista en el que confían fuentes secretas.
Pero como señala Obermayer, los periodistas no deben olvidar que la protección de las fuentes no termina cuando la historia sale a la luz, sino que es un compromiso a largo plazo.