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Crowdfunding para hacer periodismo de investigación: lecciones de Irlanda, Brasil y Portugal

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El periodismo de investigación es costoso. Si bien las colaboraciones y las subvenciones pueden ser útiles, a menudo vienen acompañadas de condiciones que pueden ralentizar o limitar el proceso. ¿Podría el crowdfunding (microfinanciación o financiación colectiva), en el que el público realiza donaciones para apoyar una investigación, ser una alternativa viable?

“El crowdfunding se ha convertido en una fuente de ingresos clave para el periodismo de investigación, permitiendo financiar historias que, de otro modo, no podrían ser cubiertas”, explica Tanja Aitamurto, autora de “Crowdfunding for Journalism” y profesora adjunta de Comunicación en la Universidad de Illinois Chicago. “Estas historias financiadas por crowdfunding a menudo surgen fuera de los principales medios de comunicación y de las grandes redacciones, contribuyendo al periodismo al diversificar los productores y las voces”.

Para explorar las oportunidades y los retos de esta forma de financiación colectiva de investigaciones, GIJN habló con tres redacciones pioneras en este modelo: Noteworthy en Irlanda, una redacción comunitaria en la que los lectores proponen y financian propuestas de investigación, el podcast de investigación portugués Fumaça y la organización de Brasil Agência Pública, que funcionan con modelos de membresías y han experimentado con campañas de crowdfunding.

Plataforma de crowdfunding

Noteworthy es una plataforma irlandesa de investigación que forma parte de The Journal, un periódico nacional. Su enfoque editorial respecto a la participación de los lectores es doble: en primer lugar, cualquier persona puede proponer una idea para una investigación, y en segundo lugar, los lectores pueden apoyar proyectos específicos contribuyendo al financiamiento de investigaciones sobre los temas que más les interesan.

Ambas iniciativas reflejan la misión editorial de contar historias inéditas, ofreciendo una vía para financiar directamente proyectos concretos y ampliar el tipo de historias que se producen.

“El abanico de proyectos y el apoyo que reciben reflejan lo que la gente está dispuesta a financiar”, afirma Maria Delaney, redactora jefe de Noteworthy. Añade que las historias que afectan a comunidades como los nómadas irlandeses, las personas con discapacidad o aquellas “ajenas a la esfera habitual de cobertura informativa” suelen ser las más comunes en las propuestas.

El seguimiento de las propuestas se realiza mediante Trello, un sistema de gestión de contenidos, y el equipo editorial se reúne cada dos semanas para discutir las ideas aportadas, evaluar su relevancia coyuntural o si son adecuadas para el crowdfunding.

Las propuestas aprobadas se listan en el sitio web de Noteworthy con objetivos financieros individuales y barras de progreso que muestran la cantidad recaudada y el número de patrocinadores. El equipo revisa la pizarra de ideas abiertas cada seis meses para ver cuáles muestran suficiente progreso.

Actualmente, Noteworthy tiene abiertas 59 ideas para financiación, que van desde una investigación sobre el bienestar animal hasta una propuesta sobre la contaminación del aire cerca de las escuelas.

En 2023, Noteworthy publicó 25 historias basadas en propuestas enviadas por la comunidad, con una contribución promedio de los lectores de 35 euros (38 dólares). Desde 2019, el equipo ha publicado 77 investigaciones, con un nivel de apoyo de los lectores que varía según el proyecto. Alrededor de 10 de estas investigaciones recibieron financiación parcial o total mediante subvenciones, mientras que el resto se financió a través de crowdfunding o con el apoyo financiero de The Journal.

Determinar el costo de una investigación financiada por crowdfunding ha sido un proceso de aprendizaje. En las primeras propuestas, se establecieron objetivos financieros modestos, pero el equipo pronto comprendió que se necesitaban más recursos para llevar a cabo las investigaciones de manera adecuada.

Para cada propuesta aprobada, un reportero elaborará un presupuesto inicial, que será revisado por un editor. Este incluirá una estimación del tiempo y los costos asociados a entrevistas, investigación, redacción, edición, producción multimedia, diseño, asesoría legal y solicitudes de información a medios y organismos públicos.

«El periodismo representa el mayor costo en casi todas las investigaciones financiadas por crowdfunding en la plataforma», afirma Delaney. Añade que el alcance de la investigación debe estar bien definido, ya que una estimación imprecisa o una planificación deficiente pueden hacer que el proyecto se vuelva inviable.

El modelo de Noteworthy significa que en ocasiones contará con el apoyo y los recursos de The Journal, o utilizará recursos de su fondo general de investigación, al cual los lectores también pueden realizar donaciones.

Su investigación sobre el racismo en los lugares de trabajo y los procesos de contratación en Irlanda, por ejemplo, fue financiada en parte por crowdfunding y en parte por el fondo general. Al no lograrse el objetivo inicial de 2.290 euros (2.474 dólares), se redujeron tanto el alcance del proyecto como el objetivo financiero. Aunque ello limitó la financiación del proyecto a 517 euros (558 dólares), y supuso que los reporteros no pudieron profundizar en el tema como hubieran deseado, al final significó que la redacción aún pudo entregar historias a quienes respaldaron la investigación.

Noteworthy recaudó casi una cuarta parte del dinero para esta investigación sobre el racismo en el ámbito laboral mediante crowdfunding. Imagen: Captura de pantalla, Noteworthy

Noteworthy recaudó casi una cuarta parte del dinero para esta investigación sobre el racismo en el ámbito laboral mediante crowdfunding. Imagen: Captura de pantalla, Noteworthy

Delaney recomienda mantener una interacción periódica con los financiadores, desde compartir avances y actualizaciones sobre metas financieras hasta ofrecer informes sobre el impacto a largo plazo de una historia publicada, como cambios políticos o legislativos, incluso si ocurren años después.

La transparencia es también fundamental, afirma Delaney, especialmente cuando el crowdfunding no da resultados. Si una propuesta, después de ser revisada, se cancela porque la historia ya no es relevante, los colaboradores tienen la opción de recibir un reembolso o transferir su contribución a otro proyecto o al fondo general de investigación creado por la redacción. «Es importante que la gente entienda que no vamos a retener su dinero indefinidamente», dice Delaney.

El momento oportuno lo es todo

Agência Pública, de Brasil, ha utilizado el crowdfunding para financiar su redacción desde su lanzamiento en 2011. Antes de eso, ya ofrecía a sus seguidores un beneficio exclusivo: la posibilidad de votar por las historias que deberían convertirse en el foco principal de su cobertura.

Recientemente, la redacción ha estado explorando el uso del crowdfunding para financiar investigaciones específicas, incluida una de carácter exhaustivo sobre los documentos y la información ocultada por el controvertido expresidente del país, Jair Bolsonaro, y su gobierno.

Los periodistas de la Agência Pública y de otras redacciones brasileñas llevaban años intentando acceder a documentos e información que pudieran revelar posibles delitos y abusos cometidos por el gobierno, pero sus solicitudes de información eran denegadas sistemáticamente.

Aunque no sabían exactamente lo que podrían conseguir después de que Bolsonaro dejara el cargo, el presidente entrante, Luiz Inácio Lula da Silva, prometía abrir la “caja negra” y los ciudadanos pedían una mayor transparencia en el gobierno, por lo que confiaban en obtener información adicional.

“No sabíamos cuáles serían las historias finales porque no sabíamos lo que decían los documentos, pero había un tema: ¿qué había estado ocultando Bolsonaro?”, explica Giulia Afiune, editora de audiencia de Agência Pública.

Aunque la incertidumbre dificultaba informar a los posibles financiadores sobre qué o cuántas historias podrían resultar de su apoyo, en este caso eso no importaba: la investigación propuesta captó la curiosidad de su público y las conversaciones en la calle sobre la rendición de cuentas, afirma Afiune.

“Pudimos encontrar la intersección entre lo que la gente quiere leer y lo que nosotros queríamos trabajar”, afirma. “Escuchar lo que dice la gente es probablemente la mejor manera de entender lo que va a movilizarla”.

La redacción lanzó su campaña de crowdfunding en diciembre de 2022, el último mes de la presidencia de Bolsonaro.

Cinco reporteros se dedicaron a la investigación, pero el compromiso de toda la redacción fue crucial para el éxito sostenido de la campaña de crowdfunding y de la investigación.

Una campaña en redes sociales para promocionar la iniciativa de crowdfunding incluía un Instagram Live en el que se preguntaba a los seguidores qué querían saber, mientras que en otros lugares se podía encontrar al equipo retomando el estribillo de un éxito del momento, “Tá na Hora do Jair Já Ir Embora” (traducción aproximada: es hora de que Jair se vaya) que se estaba haciendo viral.

Imagen: Captura de pantalla, Agência Pública

Imagen: Captura de pantalla, Agência Pública

Si bien Agência Pública tiene un modelo de membresía y realiza campañas regularmente para incentivar nuevas suscripciones, este crowdfunding fue su campaña de recaudación de fondos más exitosa hasta la fecha. Recibió más de 2.000 donaciones únicas (con una donación promedio de 23 reales, o 4,66 dólares estadounidenses) y ayudó al medio a aumentar el número de miembros en 500, alcanzando un total de 2.000.

La ventana de crowdfunding se cerró a mediados de enero de 2023, justo cuando se publicaban los primeros artículos de la investigación, que informaban sobre actas inéditas de 233 reuniones de crisis de COVID-19, incluidos detalles sobre quién dio la orden de aumentar la producción de cloroquina en 2020, a pesar de las advertencias de la OMS sobre la falta de eficacia del fármaco contra el coronavirus. Para el equipo, era importante publicar algunas historias antes de que se cerrara el plazo de financiación colectiva, ya que los donantes suelen hacer más donaciones en la “recta final” de una campaña, afirma Afiune.

Desde entonces, Pùblica también ha recurrido al crowdfunding para financiar una serie de podcasts que investigan las acusaciones de abusos sexuales por parte de un líder empresarial brasileño.

Posiblemente debido al tema, la redacción no tuvo éxito en su intento por encontrar un socio comercial, así que recurrió de nuevo a su audiencia. Se compartió una visión general del presupuesto necesario –90.000 reales (18.000 dólares)– con mensajes que abordaban la naturaleza costosa de la propuesta, en dónde se utilizaría el dinero y la necesidad, en este caso, de preparar un fondo legal.

“No se puede financiar algo mediante crowdfunding para que salga el mes siguiente”, afirma Afiune. “Hace falta tiempo para que la gente done y para planificar y ejecutar una campaña”.

Para Afiune, ambos proyectos les han enseñado el beneficio de los llamados directas a la acción: “cuando tienes un gran proyecto editorial que está al final de una gran campaña de crowdfunding, las posibilidades de que tenga éxito son mayores porque estás prometiendo algo valioso a cambio”.

Recompensa tangible

La plataforma portuguesa de podcasts de periodismo de investigación Fumaça aspira a ser “radicalmente transparente”: comparte públicamente todos los aspectos de sus costos, presupuestos y finanzas, y quiere abrir sus procesos organizativos, de producción editorial y toma de decisiones.

La redacción tiene un programa de membresía, pero también recurrió al crowdfunding para su reciente serie, Desassossego (Desasosiego), una serie que investiga la salud y enfermedad mental, que se lanzó en noviembre de 2022.

Imagen: Captura de pantalla, Fumaça

Imagen: Captura de pantalla, Fumaça

Empezaron a emitir con la campaña de crowdfunding aún en marcha: llevar a cabo una investigación en curso al tiempo que lanzaban nuevos episodios les ayudó a llegar a nuevos públicos y socios potenciales y, en algunos casos, incluso los convirtió en donantes.

“Al escuchar los episodios, podían comprender fácilmente el retorno que obtenían y el valor que les aportábamos”, dice Maria Almeida, periodista y cofundadora de Fumaça.

El tema de la investigación de Fumaça era muy cercano, lo que impulsó el interés y la asistencia a las fiestas de escucha en directo. También fue grande el interés por la serie por parte de los medios de comunicación y de las redes sociales, dice Almeida, lo que ayudó a ampliar el alcance de Fumaça entre posibles financiadores.

Otra estrategia, vinculada a su promesa de transparencia radical, consistió en informar periódicamente sobre el desarrollo de la investigación y el uso de los fondos, lo que a su vez contribuye a generar confianza entre el público, explica Almeida.

La comunicación periódica es especialmente importante durante investigaciones de largo aliento o de lento desarrollo: es difícil predecir cuándo terminará una investigación, pero se puede informar a la gente sobre lo que se está trabajando en ese momento, afirma.

Fumaça también ha publicado fragmentos de entrevistas en audio como parte de su comunicación con sus seguidores. “Es importante mantener el interés de la gente, y esto les da una idea de cómo sonará una serie de entrevistas de una hora”, explica. Para comunicarse con los seguidores se utilizan las redes sociales, boletines por correo electrónico y una activa comunidad en Slack.

Este enfoque puede plantear problemas cuando hay que ocultar partes de una investigación porque revelarlas supondría una amenaza para el futuro de la misma. Por ejemplo, los detalles que surgen de una investigación en curso sobre la brutalidad policial en Portugal no siempre se pueden compartir en tiempo real por razones legales o hasta que se haya reporteado más el tema.

Las propias campañas a veces necesitan cambiar de rumbo, dice Almeida. El podcast de investigación sobre salud mental tardó dos años en producirse, pero hacia el final de la investigación la redacción cambió su mensaje de crowdfunding y pasó de apoyar la producción del podcast a financiar el contrato de un reportero.

Al darse cuenta de que si las personas no se habían sumado al crowdfunding cuando esta estaba casi terminando, era poco probable que el mismo llamado a la acción los alentara a hacerlo, decidieron desglosar cómo el apoyo continuo para financiar el contrato de un reportero podría ayudarles a continuar con prácticas salariales equitativas y también a producir más periodismo de investigación.

“Somos radicalmente transparentes, así que compartimos todo lo que podemos”, dice Almeida. “Tenemos ese compromiso con nuestra audiencia y eso no va a cambiar”.


Laura Oliver es una periodista independiente que reside en el Reino Unido. Ha escrito para The Guardian, BBC y Euronews, entre otros. Es formadora habitual de periodismo para la Fundación Thomson y la Fundación Thomson Reuters y trabaja como consultora de estrategias de audiencia para redacciones. Puede consultar su trabajo aquí.

 

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