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Ilustración: Nodjadong Boonprasert para GIJN
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Guía para investigar los combustibles fósiles: regulaciones y políticas gubernamentales

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Las políticas gubernamentales juegan un papel clave en moldear el entorno en el que opera la industria de los combustibles fósiles y en definir la demanda de sus productos.

En este capítulo exploraremos cómo los gobiernos respaldan los intereses del sector fósil, tanto de forma directa mediante subsidios y exenciones fiscales como de manera indirecta al asumir los costos sociales y ambientales asociados a la extracción y el consumo de petróleo.

Apoyo de parte de los gobiernos

Los gobiernos dan miles de millones de dólares en apoyo cada año a las compañías de carbón, petróleo y gas, de forma directa e indirecta. Este apoyo se justifica apelando a la necesidad de tener desarrollo económico, seguridad energética y acceso a la energía con un bajo costo. Sin embargo, perpetuar el uso de combustibles fósiles causa el cambio climático, la contaminación y tiene impactos negativos en la salud. También tiende a ser socialmente regresivo, pues los ricos usan más energía que los pobres, y por lo tanto se benefician más de los precios artificialmente bajos.

En el Acuerdo de París de 2015, los 194 países firmantes se comprometieron a “hacer que los flujos financieros sean coherentes con un camino hacia bajas emisiones de gases de efecto invernadero y un desarrollo resiliente al clima”. Años después, en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) celebrada en Glasgow, los gobiernos acordaron intensificar los esfuerzos para reducir y, eventualmente, eliminar los subsidios ineficientes a los combustibles fósiles.

No ha sucedido. Al contrario, el apoyo a los combustibles fósiles por parte de los gobiernos mundiales alcanzó la cifra históricamente alta de 2 billones de dólares en el 2022, según el Instituto Internacional para el Desarrollo Sostenible (IIDS), un centro de pensamiento independiente. Según la Agencia Internacional de Energía (AIE), “en 2022 los subsidios mundiales para el consumo de combustibles fósiles superaron por primera vez 1 billón de dólares, lo cual representa un aumento sustancial”.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) dijo que los subsidios a los combustibles fósiles se dispararon para llegar a una cifra histórica de 7 billones de dólares en 2022, un estimativo más alto que los otros porque incluye los enormes costos ambientales, sobre todo causados por la contaminación ambiental y los daños por el calentamiento global, así como los costos “indirectos”.

El periodismo de investigación ha jugado un papel importante analizando los subsidios, que se manifiestan de diversas formas.

Específicamente, hay cuatro maneras como los gobiernos apoyan directamente a los combustibles fósiles:

  • Subsidiar el consumo
  • Subsidiar la producción
  • Hacer inversiones mediante empresas estatales
  • Hacer préstamos mediante instituciones públicas e internacionales de financiamiento

Subsidios al consumo

Se considera subsidio al consumo cualquier política que permita a las personas acceder a combustibles fósiles a un precio inferior al del mercado. Esto incluye medidas como precios fijos para los combustibles de transporte, descuentos en las facturas de energía o la distribución gratuita de cilindros de gas para cocinar. Este tipo de subsidios suele gozar de gran popularidad, especialmente en contextos donde el aumento en los precios de los commodities eleva significativamente el costo de vida. En algunos países, incluso representan la principal forma de gasto social.

“Los subsidios al petróleo han sido un aspecto importante de la política en India, y el precio del petróleo ha determinado quién gana las elecciones”, dijo a GIJN Richa Mishra, editora senior de The Hindu BusinessLine y autora de Unfilled Barrels (“Barriles sin llenar”) un libro sobre el desarrollo del petróleo y gas en India. “El chico de la oficina que me trae la taza de café me dice: ‘se acabaron las elecciones. ¿Cuántos cilindros de gas recibiré?’”. Ella le compartió la noticia de cuántos se entregarían como subsidio, mientras le aclaraba que nada es gratis. “De alguna manera estás pagando el subsidio”, dijo Mishra.

El problema es que el subsidio al consumo es una manera ineficiente de ayudar a los pobres, pues retrasa la transición a la energía limpia.

Consulta investigaciones sobre cómo los subsidios en los países en desarrollo impactan desproporcionadamente más a las mujeres, compilado por la Iniciativa Global de Subsidios del IIDS.

Los países que subsidian a la industria de combustibles fósiles y mantienen los precios de la gasolina históricamente bajos generan más emisiones de gases efecto invernadero y retrasan la transición hacia la energía renovable. Imagen: Shutterstock

Los países que subsidian a la industria de combustibles fósiles y mantienen los precios de la gasolina históricamente bajos generan más emisiones de gases efecto invernadero y retrasan la transición hacia la energía renovable. Imagen: Shutterstock

El combustible para motores a bajo precio beneficia a quienes conducen vehículos grandes y recorren largas distancias, y reduce los incentivos para adoptar alternativas más limpias, como los vehículos eléctricos. Por otro lado, los cilindros de gas subsidiados o gratuitos para cocinar desempeñan un papel importante en mejorar el acceso a la energía, pero representan una forma costosa e inflexible de alcanzar a los hogares que más lo necesitan. Reformar los subsidios al consumidor podría liberar recursos públicos que podrían destinarse a salud, educación, protección social, energía limpia y otros bienes esenciales para el desarrollo.

Según Christopher Beaton, director del programa de energía de IIDS y que trabaja en flujos financieros, la dimensión de justicia social a menudo no es cubierta por los medios. “Enormes porciones de los subsidios a los combustibles fósiles benefician a los individuos más ricos”, dijo. “Incluso cuando hay políticas diseñadas para ayudar a los hogares más necesitados, su resultado es muy, muy débil”. Beaton insistió en que se deben hacer reformas con mucho cuidado para proteger a los más vulnerables y reemplazar los subsidios ineficientes con mejores formas de apoyo social.

Ejemplos de historias:

Subsidios a la producción

Las compañías de carbón, petróleo y gas también se benefician de las exenciones tributarias, las garantías y otras políticas de apoyo gubernamental. Si bien las cantidades en estos casos son menores que las del subsidio al consumo, pueden tener un enorme impacto. El apoyo público fomenta la inversión privada en el sector, dificultando la reducción de la producción de combustibles fósiles y las emisiones asociadas con ella.

La exploración y desarrollo de los combustibles fósiles es un negocio riesgoso. Las compañías pueden invertir millones de dólares explorando y desarrollando un recurso sin tener garantías de recompensa. Incluso si encuentran petróleo, toma tiempo para que un yacimiento produzca lo necesario para recuperar la inversión. Hasta que no se recupere la inversión, el activo no se considera rentable y por lo tanto no se pagan impuestos sobre éste. Al permitir el desarrollo con ingresos tributarios diferidos e inciertos, los gobiernos en la práctica comparten el riesgo. A veces elaboran acuerdos tan generosos que terminan recibiendo beneficios muy bajos de la explotación de recursos.

Las medidas incluyen reducciones a las tasas tributarias, concesiones, créditos y diferidos. La Base de Datos de Gastos Tributarios Gubernamentales es una buena fuente con datos sobre estas medidas (revisa la sección de metodología). Los gobiernos también renuncian a ingresos al reducir el precio de los bienes públicos y los servicios a través de subsidios a las regalías, tierra y agua baratas, y préstamos con intereses bajos.

El inventario de apoyo gubernamental para los combustibles fósiles de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) muestra la mayoría de los subsidios a la producción en 51 países. Está basado en una definición conservadora de “subsidio”, que no incluye todos los tipos de apoyo a la industria.

Por ejemplo, no incluye los miles de millones de dólares que los gobiernos están arrojando a los proyectos de captura y almacenamiento de carbono (CAC) y al hidrógeno azul (generado por el gas de fósil del CAC), según un informe de Oil Change International. Como aparece en más detalle en el capítulo sobre el futuro de la industria de combustibles fósiles de esta guía, la CAC se presenta como una solución al problema climático, pero ha dado menos beneficios de los esperados durante sus décadas de desarrollo. Las compañías de combustibles fósiles usan la promesa de la CAC para justificar una  producción ininterrumpida, y en muchos casos beneficiarse directamente de estos subsidios, según un análisis de 2020 del Journal of Cleaner Production.

“No tiene sentido confiar en la industria que impulsa el cambio climático para que lo solucione”, dijo Lorne Stockman”, co-directora de investigación de Oil Change International. “Este dinero podría invertirse en soluciones cuya eficacia está demostrada, como la energía renovable, en lugar de gastar ese dinero, que es de los contribuyentes, en sostener las ganancias de los combustibles fósiles, mientras se captura menos del 0,1% de las emisiones mundiales”.

Ejemplos de historias:

  • The New York Times perfiló a los Zombies del Código Tributario de Estados Unidos (marzo 2024) — los recortes para los productores de petróleo y gas que la administración Biden intentó eliminar, pero no pudo. Los ejecutivos de petróleo rechazaron el término “subsidio” para describir estas políticas tributarias y acusó a Biden de atacar a la industria.
  • The Guardian reportó cómo la ExxonMobil Corporation sería una de las grandes beneficiarias de la Ley de Reducción de Inflación de Estados Unidos (agosto 2024). Calificaba para recibir miles de millones de dólares en subsidios para la captura CAC, mientras invertía intensamente en exploración de petróleo y gas. ExxonMobil no quiso dar comentarios para el artículo.

Inversión en empresas estatales

Como se dijo en el primer capítulo de esta guía, las empresas estatales son responsables de más de la mitad de la producción de combustibles fósiles, según el Instituto de Gobernanza de los Recursos Naturales (NRGI, por sus siglas en inglés). Invierten miles de millones de dólares en la producción e infraestructura de combustibles fósiles, según un informe de 2023 realizado por Energy Policy Tracker. En algunos casos, las empresas públicas generan unas enormes ganancias en exportaciones e ingresos gubernamentales, que pueden apoyar programas de seguridad social y fondos de riqueza soberanos. En otros, se convierten en empresas endeudadas que drenan los recursos públicos, pero son demasiado grandes para fracasar. Incluso una compañía petrolera con muy buen desempeño se puede convertir en un riesgo si los precios mundiales caen por debajo del costo de producción. Aunque muchas empresas estatales tienen incentivos para invertir en el desarrollo de proyectos de combustibles fósiles, según un informe de 2021 de NRGI, es una apuesta cada vez más riesgosa.

Las empresas estatales de petróleo y gas, como Aramco, de Arabia Saudita, son responsables por más de la mitad de la producción de combustibles fósiles. Imagen: Shutterstock

Las empresas estatales de petróleo y gas, como Aramco, de Arabia Saudita, son responsables por más de la mitad de la producción de combustibles fósiles. Imagen: Shutterstock

Las empresas estatales de petróleo y las minas de carbón a menudo tienen una relación cercana y opaca con sus gobiernos. No les motivan simplemente las ganancias, y pueden usarse por motivos políticos o de política pública. En teoría, esto quiere decir que podrían llevar la delantera en reducir y eliminar la producción siguiendo los objetivos climáticos internacionales, pero en la práctica muy pocas están diversificando hacia la energía limpia, según un informe de Energy Policy Tracker de 2022. Al contrario, los gobiernos con grandes intereses en combustibles fósiles llaman la atención por frustrar las ambiciones climáticas en negociaciones internacionales. Las presiones domésticas para sostener los ingresos de las exportaciones o reducir la dependencia en las importaciones de combustible pueden tener prioridad sobre los objetivos climáticos.

Los periodistas de investigación han hecho un importante trabajo revelando la corrupción de las empresas estatales. Un ejemplo icónico es el escándalo Lava Jato en Brasil.

También hay historias que deben contarse sobre la incompatibilidad fundamental entre reducir el ritmo del cambio climático y hacer inversiones nacionales en combustibles fósiles. Muchos productores de gas y petróleo dicen que simplemente cumplen con suplir una demanda. Cuando la tecnología limpia destruya la demanda, competirán para vender los últimos barriles de petróleo. Es una competencia que no todos podrán ganar. Quienes tengan altos costos de producción enfrentan los mayores riesgos en la transición.

Las empresas estatales son activos públicos y pueden ser vehículos para hacer la transición a la energía limpia. El ejemplo más llamativo de esta posibilidad es el de Ørsted, antes conocido como DONG Energy. Esta empresa estatal danesa, que también tiene accionistas del sector privado, comenzó a diversificarse en la década del 2000 para reducir su producción de gas y petróleo, explorando la generación y distribución de energía. Se convirtió en el líder mundial de la energía eólica en altamar, utilizando algunas de las mismas capacidades de ingeniería empleadas en el Mar del Norte para las plataformas de petróleo. Hoy su portafolio está prácticamente libre de combustibles fósiles.

Los periodistas pueden explorar las oportunidades que las empresas estatales tienen de diversificarse hacia la energía limpia y de mitigar los riesgos asociados con la dependencia en los ingresos de los combustibles fósiles. Los informes anuales son un buen lugar para buscar datos de inversiones en combustibles fósiles y proyectos de energía limpia.

Ejemplos de historias:

  • Global Witness investigó de forma comprehensiva a ADNOC, la compañía estatal de petróleo de los Emiratos Árabes Unidos (EAU), y sus planes de expansión y negocios realizados el mismo año que su director ejecutivo presidió las conversaciones climáticas de COP28 (junio 2024). ADNOC negó que hubiera usado la presidencia de COP28 para hacer más negocios de petróleo y gas.
  • OCCRP expuso la corrupción en dos compañías de SOCAR, la compañía estatal de petróleo de Azerbaiyán, en torno a dos grandes proyectos de gasoductos (enero 2022). SOCAR negó las acusaciones.

Finanzas públicas internacionales

Muchos gobiernos utilizan dinero público para fomentar  el desarrollo de sus países e impulsar el comercio. Esto históricamente ha incluido miles de millones de dólares en proyectos de combustibles fósiles. Ahora la situación comienza a cambiar. Países como Canadá, Francia y el Reino Unido cumplen con las promesas de COP26 para ponerle fin a los combustibles fósiles, según un informe de 2024 del Instituto Internacional para el Desarrollo Sostenible. No obstante, otros, sobre todo en Asia oriental, siguen apoyando el sector, según el proyecto de Oil Change International llamado Public Finance for Energy Database. Al igual que con los subsidios a la producción, esta financiación pública moviliza la inversión privada y tiene impacto más allá de su evidente valor.

Los bancos de desarrollo multilaterales existen para aliviar la pobreza y apoyar el crecimiento sostenible en los países en vías de desarrollo. Cada vez adoptan más políticas para detener el financiamiento de proyectos de combustibles fósiles, pero esto aún no es una dinámica mundial o generalizada. Algunos excluyen la financiación de carbón, pero apoyan el petróleo y el gas, o financian los combustibles fósiles mediante intermediarios. Sin importar la política, tienden a ser más transparentes y sensibles a la opinión pública que las compañías privadas, lo cual los hace vulnerables a activistas, que a su vez son una fuente útil para los periodistas. Los bancos de desarrollo publican bases de datos en las que se pueden buscar las cuantías de los préstamos, evaluaciones de impacto, e informes de investigación y desempeño. Las agencias de exportación de crédito dan garantías y préstamos a empresas que desean mitigar los riesgos de comerciar con otros países. Buena parte de este comercio se hace entre países de ingresos medios altos, y algunos se han comprometido a excluir proyectos de la industria de combustibles fósiles para priorizar la inversión en energías limpias.

Los periodistas pueden seguir la pista a tendencias como el peso del carbón en las carteras de los bancos de desarrollo, internacionalizar la cobertura de proyectos polémicos o exponer los dobles discursos de gobiernos que promueven ciertos proyectos en el extranjero mientras los vetan en su país.

Ejemplos de historias:

  • Climate Home News  cubrió el rol de las agencias de crédito para exportaciones, el Banco Mundial y el FMI en apoyar un gran proyecto de gas en Mozambique, a pesar de que generaba preocupaciones en torno a la seguridad, el clima y el respeto a los derechos humanos (julio 2020). Quienes apoyaban el proyecto decían que reduciría las emisiones mundiales netas al desplazar el carbón. UK Export Finance, por ejemplo, defendió su decisión de aprobar los fondos a través de las cortes, pero en 2021 cambió su política para dejar de financiar combustibles fósiles.
  • Eco-Business  puso la lupa sobre la agencia de créditos de exportaciones malaya Exim Bank, y específicamente su papel financiando acuerdos para una controversial planta de carbón en Vietnam (junio 2024). Exim Bank dijo que su apoyo al proyecto estaba alineado con el plan de transición energética de Vietnam, pues usaba tecnología de reducción de emisiones.

Apoyo indirecto

Los gobiernos apoyan indirectamente el sector de combustibles fósiles al cubrir los costos del daño que causa. Si la industria asumiera el costo total de su impacto sobre las personas y el planeta, sería mucho menos competitiva.

El FMI toma una perspectiva más amplia hacia los subsidios de combustibles fósiles que la OCDE o la AIE, pues asume que los precios externos son  artificialmente bajos. Su método cubre 192 países, junto con factores como la contaminación del aire, accidentes de tránsito, congestión y calentamiento global. Pero incluso esta definición expansiva podría no capturar los beneficios corporativos que son más difíciles de cuantificar, como la debilidad en hacer cumplir las condiciones de las licitaciones y licencias.

A continuación, presentamos una lista no exhaustiva de ángulos que pueden investigarse:

Costos ocultos de los combustibles fósiles

Las compañías de combustibles fósiles reciben su licencia social para operar porque crean empleo, ingresos públicos y un producto energético por el que aún existe demanda. No obstante, esto tiene un costo. La extracción, transporte y uso de combustibles fósiles están relacionados con el daño ambiental, las violaciones a los derechos humanos y los peligros de seguridad. Un estudio de 2022 de la revista académica Nature estima que el “costo social del carbono” es de 185 dólares por tonelada de CO₂.

El FMI, entre otros, sostiene que los contaminadores deberían pagar estos costos. Los gobiernos podrían, por ejemplo, imponer un impuesto al carbono que cubra toda la economía, o un impuesto a ganancias extraordinarias sobre los productores. Pero los retos políticos de introducir estos impuestos son enormes, pues en el corto plazo aumenta el precio de la energía. Un estudio académico demostró que las medidas de fijar precios al carbono es una manera efectiva de reducir emisiones. En el largo plazo, un sistema energético basado en energías renovables es más seguro, limpio y barato. La AIE calcula que, para las economías avanzadas, seguir un camino de emisiones netas cero para 2050 genera reducciones inmediatas a las cuentas de energía de los hogares. En esos países, los menores costos de operación de tecnologías como paneles solares, vehículos eléctricos y bombas de calor, en comparación con sus alternativas de combustibles fósiles, son una recompensa inmediata a la inversión. Los mercados emergentes y los países en desarrollo generalmente enfrentan costos de financiación más altos y podrían requerir de un apoyo diseñado para extender estos beneficios a todos los países.

Construir infraestructura de energía renovable, como estaciones de carga de vehículos eléctricos, puede reducir los costos de energía en el largo plazo, mientras fomenta tendencias que reducen las emisiones de dióxido de carbono. Imagen: Ivan Radic, Creative Commons mediante Climate Visuals

Construir infraestructura de energía renovable, como estaciones de carga de vehículos eléctricos, puede reducir los costos de energía en el largo plazo, mientras fomenta tendencias que reducen las emisiones de dióxido de carbono. Imagen: Ivan Radic, Creative Commons mediante Climate Visuals

En países con un bajo nivel de gobernabilidad, los impuestos al carbono son un prospecto distante, pero al menos es útil revelar el costo humano de un desarrollo basado en combustibles fósiles, con una infraestructura desproporcionadamente situada en comunidades marginadas, cuyas preocupaciones son ignoradas o desechadas. El periodismo puede exponer estas inequidades y amplificar a las voces marginadas.

Stella Martany es periodista y colaboradora con medios extranjeros en Irak. Ha enfrentado amenazas de muerte y toda una cultura de miedo por exponer el enorme costo sobre los habitantes promedio de la quema de gas, un procedimiento para deshacerse del gas desechable que emiten los pozos y las refinerías. En su galardonada investigación, Choking Kurdistan (“Ahogando a Kurdistán”), para contar su poderosa historia trabajó con otros tres periodistas y un científico de datos. Juntos reunieron imágenes satelitales, datos de contaminación de aire, estudios de salud, y entrevistas con doctores y residentes locales. “Si les preguntas a los iraquíes en general, y específicamente a los de la región kurda del norte, no tienen en absoluto una opinión positiva de la industria de petróleo”, dijo Martany a GIJN. “Simplemente viven con el humo y la enfermedad. No reciben paga”, añadió.

Un funcionario dijo que el gobierno local ya se había comprometido con terminar la quema de gas antes de 2023. La investigación llevó a más cobertura mediática y atención sobre el problema, dijo Martany, aunque la situación no había mejorado en términos materiales un año después de vencida la fecha límite para no hacer más quema de gas.

  • Politico US hizo el perfil de un movimiento comunitario en Richmond, California, que tras amenazar a Chevron con un impuesto a su refinería, recibió 550 millones de dólares en una conciliación legal (marzo, 2024). Los ejecutivos de Chevron dijeron que el acuerdo era simplemente una “anomalía histórica” dentro de una serie de acuerdos tributarios con la ciudad y que no sentaba ningún precedente legal.
  • Mongabay hizo una investigación sobre corrupción e impunidad relacionada con Pemex, la compañía estatal de petróleo mexicana, que presuntamente arrojó desechos tóxicos en comunidades (mayo, 2024). En marzo de 2024, Pemex aprobó por primera vez un plan ambiental, social y de gobierno corporativo.
  • Politico EU descubrió casos de tortura y homicidios en el baluarte de gas de TotalEnergies en Mozambique, que se habían mantenido ocultos durante tres años (septiembre, 2024). TotalEnergies negó tener conocimiento alguno de las violaciones a los derechos humanos.

No cumplir con las obligaciones de limpieza

En la mayoría de las jurisdicciones, los productores de combustibles fósiles están obligados a limpiar los lugares de extracción al final de su vida económica. Los pozos abandonados de petróleo y gas, así como las minas de carbón, emiten metano y otros contaminantes, que afectan el clima, el medio ambiente local y la salud. Con demasiada frecuencia, los operadores abandonan sus responsabilidades y dejan que el público asuma los costos de la contaminación y la rehabilitación, lo cual en la práctica es un subsidio diferido.

Mientras la producción y las ganancias sean altas, las autoridades pueden incorrectamente asumir que las compañías de combustibles fósiles tienen suficiente dinero para cubrir los costos de limpieza. La producción de un pozo, y por lo tanto el flujo de dinero, se reduce a medida que el pozo envejece. Dado que los gobiernos han acordado hacer una transición para alejarse de los combustibles fósiles, la demanda futura es cada vez más incierta. Según ha demostrado Carbon Tracker, una vez los supervisores se dan cuenta de que el flujo de ingresos esperado no cubriría los gastos de retiro del activo, ya puede ser demasiado tarde.

Una señal de advertencia es que las compañías grandes que cotizan en la bolsa vendan sus activos viejos a compañías privadas más pequeñas. Las grandes tienen políticas ambientales y están obligadas a revelar información a sus accionistas. Las más pequeñas son opacas y es más difícil hacerlas responsables por los compromisos.

El periodista Mark Olalde ha investigado este tema en Sudáfrica (para Climate Home News) y los Estados Unidos (para ProPublica). En el proceso, se ha convertido en un experto en cumplir con las obligaciones de los retiros de activos y usar solicitudes de información pública para compilar datos de varias fuentes.

Una mina abandonada en Serbia occidental que todavía tiene un alto nivel de contaminación de agua y tierra. Imagen: Shutterstock

Una mina abandonada en Serbia occidental que todavía tiene un alto nivel de contaminación de agua y tierra. Imagen: Shutterstock

Su interés comenzó por las guerras de pandillas en torno a minas de oro abandonadas en Sudáfrica. “Los periodistas sudafricanos hacían un excelente cubrimiento del tema en los diarios”, dijo Olalde, “pero nadie estaba dando un paso atrás y preguntando cuáles fueron los fracasos de política pública que llevaron a que las abandonaran”.

La mejor forma para impedir que los contribuyentes deban asumir estos gastos es exigirles a las compañías que separen por adelantado suficientes recursos para la restauración del lugar que excaven. Otras medidas útiles incluyen reformar las leyes de bancarrota, firmar acuerdos de responsabilidad conjunta y solidaria para que los gobiernos puedan recuperar los costos de la limpieza por operaciones anteriores, y fortalecer el mandato de los supervisores para proteger el medio ambiente.

Ejemplos de historias:

  • Climate Home News cubrió el legado tóxico de minas abandonadas en Sudáfrica (marzo, 2017). El Departamento de Recursos Minerales dijo que su rol era asegurarse de que el Estado no quedase expuesto a heredar un riesgo ambiental.
  • ProPublica y Capital & Main hallaron que el dinero separado por las compañías de combustibles fósiles para limpiar pozos abandonados de petróleo y gas, en los 15 estados que representan casi toda la producción de Estados Unidos, apenas cubría el 2% de los costos (febrero, 2024). Los supervisores en algunos estados dijeron que estaban reformando sus sistemas de vinculación, y otros dijeron que tenían protecciones adecuadas para el dinero de los contribuyentes. Los representantes de la industria dijeron que estaban haciendo su labor siguiendo leyes federales y estatales.
  • Drilled mostró cómo la industria de petróleo y gas en Australia está convirtiendo en proyectos de captura de carbono los pozos agotados, para aplazar o impedir riesgos de limpieza (octubre, 2024). Un portavoz del gobierno dijo que los contribuyentes no serían responsables de cubrir los costos.

Cuestionar los supuestos

Sin gastar un solo centavo, los gobiernos pueden fomentar o detectar la inversión privada en infraestructura de combustibles fósiles. Las suposiciones de planeación central tienen una fuerte influencia sobre los inversionistas.

A nivel internacional, esto puede verse en la batalla por las predicciones de demanda. La AIE centra la acción climática en sus escenarios futuros, prediciendo en su informe Prospectivas de la Energía en el Mundo 2024 que la demanda para todos los combustibles fósiles llegaría a su pico para el 2030. La Organización de Compañías Exportadoras de Petróleo (OPEC, en inglés), considera que la demanda de petróleo seguirá aumentando hasta 2035, y acusa a la AIE de desincentivar la inversión necesaria en el sector. Varias compañías de petróleo también publican prospectivas sobre energía.

Los gobiernos pueden elegir uno de estos escenarios como la base de su plan de energía o realizar su propio análisis. Los supuestos sobre el crecimiento económico, el comportamiento de los consumidores y la implementación de las políticas climáticas afectan la predicción de la demanda y qué proyectos se realizan. A veces los planes están dirigidos a mejorar una industria específica o un proyecto político que despierte un interés particular.

Los periodistas pueden cuestionar estos supuestos: ¿son creíbles las predicciones económicas? ¿Debilitan los paneles solares en tejados el argumento para invertir en nuevas estaciones de energía basadas en carbón o gas? ¿Es el gas natural licuado lo suficientemente robusto para justificar nuevas terminales de exportación?

Ejemplos de historias:

  • Project Multatuli documentó cómo, bajo el entonces presidente Joko Widodo, Indonesia tambaleaba de un objetivo a otro, basada en pronósticos excesivamente optimistas de crecimiento económico y compromisos climáticos cambiantes.
  • El Financial Times hizo un cubrimiento sobre cómo Pakistán, después de construir más plantas de carbón de las necesarias, está ahora sumida en deudas, al tiempo que las empresas y hogares más adinerados hacen la transición a energía solar barata desde su tejado. El ministro de energía dijo que el gobierno intentaba renegociar sus deudas en el sector de energía para que la red energética fuera menos costosa.

Recursos

La OCDE mantiene un inventario de apoyo gubernamental a los combustibles fósiles que cubre 51 economías grandes y emergentes. Esta es la evaluación más comprehensiva de medidas de política que favorecen directamente a los combustibles fósiles.

La AIE toma una aproximación diferente, utilizando una metodología de brecha de precios para evaluar la escala de los subsidios a combustibles fósiles en 42 países. Los analistas calculan la diferencia entre el precio de venta y el precio de referencia, y luego lo multiplican por el volumen de energía consumida. La AIE produce un comprensivo Pronóstico Mundial de Energía anualmente, que incluye muchas proyecciones (ver la versión de 2024).

El FMI asume una perspectiva más amplia sobre los subsidios y cubre un rango amplio de países, por lo que produce los estimativos más grandes. También extiende el análisis de brecha de precios al preguntar: ¿qué pasa si los combustibles fósiles tuvieran un precio que incluye el costo del daño social y ambiental que causan? Incluye todos los costos en accidentes de tránsito y congestión, contaminación ambiental e impacto climático.

The Fossil Fuel Subsidy Tracker (“Contador de Subsidios a los Combustibles Fósiles”), una iniciativa conjunta de la OCDE y del Instituto Internacional para el Desarrollo Sostenible, integra datos de la OCDE, la AIE y el FMI, en un tablero de instrumentos interactivos.

La Public Finance for Energy Database (“Base de Datos de Finanzas Públicas para la Energía”) lleva cuenta de los flujos de finanzas públicas desde países del G20 y bancos multilaterales de desarrollo para los proyectos de energía en el mundo. También lleva cuenta de sus políticas sobre excluir la financiación del carbón, petróleo y gas.

Si sabes qué buscas, puedes presentar solicitudes de registros a las autoridades nacionales o locales bajo las leyes de libertad de información en más de 135 países. Los reportes anuales y los informes de sostenibilidad para las empresas estatales contienen información útil.

Algunos centros de pensamiento y organizaciones no gubernamentales que trabajan en temas similares son: Publish What You Pay, IEEFA, Oil Change International, Carbon Tracker, National Resource Governance Institute, IISD, Global Witness, Reclaim Finance y ClientEarth.


Megan Darby es escritora y estratega del programa IISD Energy. Antes de unirse a la organización fue editora de Climate Home News, un galardonado medio independiente especializado en política internacional y diplomacia sobre la crisis climática. 

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