

Ilustración: Dante Aguilera para GIJN
“Iluminar donde hay sombras”: medios latinoamericanos que han innovado con datos
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Del mapeo del impacto del crimen organizado a profundizar en el comportamiento de las empresas extractivas, y desde investigar malversaciones y contratos públicos hasta investigar el impacto del cambio climático, el periodismo de datos está ayudando a medios de toda América Latina a llevar a cabo proyectos innovadores que revelan las historias ocultas detrás de grandes volúmenes de datos.
Ha permitido nuevos formatos, ha estimulado la narración creativa y ha generado proyectos colaborativos transfronterizos creativos como NarcoFiles y Mercenarios digitales. También ha propiciado el desarrollo de nuevas herramientas como el algoritmo “Funes” de Ojo Público, un medio peruano que utiliza el periodismo de datos para explorar realidades ocultas.
De acuerdo con Sandra Crucianelli, coordinadora de la unidad de inteligencia de datos de Infobae en Argentina, los reportajes de investigación basados en datos en la región están ayudando a los periodistas a “arrojar una luz donde hay sombras”.
Y si bien existen desafíos (en términos de recursos, capacitación y acceso a la información), los resultados son impresionantes. “Estamos atravesando un auge del periodismo independiente y de altísima calidad”, afirma Hassel Fallas, analista de datos y fundadora de La Data Cuenta en Costa Rica.
El arte de construir historias con datos
En todo el continente hay historias de éxito innovadoras: en Brasil, InfoAmazonia, un medio que se especializa en el uso de datos para informar sobre áreas aisladas en el Amazonas, ha utilizado visualizaciones de datos y mapeo para publicar investigaciones sobre la deforestación, los grupos narcotraficantes que amenazan a las comunidades y los guerrilleros que reclutan a jóvenes indígenas para sus filas.
En Perú, el equipo de Convoca ha realizado un gran análisis de datos para su serie Excesos sin castigo, una investigación de varias entregas que entrelaza el periodismo de datos, trabajo de campo y solicitudes de información para explorar el comportamiento de las industrias extractivas en el país y el impacto en la vida de los habitantes de los Andes y la Amazonía.
En Paraguay, El Surtidor salió a las calles para recoger datos: usó sensores para registrar la temperatura corporal de los conductores de reparto de alimentos para su investigación Cómo es trabajar en una de las ciudades más calientes de América del Sur.
Una de las fortalezas de los periodistas que trabajan en esta región es hacer que las historias sobre datos sean identificables. “Realmente entendemos que los datos no son algo que flota en el espacio, sino que deben integrarse con la historia”, dice Fallas.
Y combinar narrativas con datos, manteniendo un fuerte enfoque en la narración, es una especialidad particular en toda la región, agregó.
“En América Latina humanizamos las investigaciones que tienen que ver con datos. No abrumamos a la gente con una cantidad muy grande de información, sabemos priorizar el análisis de los datos y lo relevante para la investigación”, explica Fallas. «No nos centramos tanto en la forma como en el fondo».
Junto a Crucianelli y Fallas, GIJN habló con Luis Enrique Perez Pinto, coordinador del proyecto Convoca Deep Data en Perú; Daniela Guazo, periodista de datos en El Universal en México; y Tai Nalon, directora ejecutiva de Aos Fatos en Brasil sobre proyectos innovadores en los que han trabajado y los desafíos que enfrentan al producir periodismo de datos en el continente.
De investigar la dictadura militar a rastrear bases de datos públicas: buscando historias en los datos en Infobae

Un mapa de los diferentes distritos de Buenos Aires, extraído de un documento secreto en el que la junta militar estableció infraestructura clave como destilerías, plantas eléctricas y estaciones de suministro de agua en los meses previos al corte del suministro eléctrico. Imagen: Captura de pantalla de la investigación de Infobae
Décadas después de la caída de la dictadura militar en Argentina, el equipo de Infobae pudo indagar en los dictados clandestinos de los ex líderes del país, descargando 7,000 documentos que nunca habían sido procesados y analizados en su totalidad.
La investigación resultante – Los Decretos Secretos de la Dictadura – reveló las órdenes de arresto ordenadas por el poder ejecutivo, detalles de deportaciones y censura de noticias, además de cifras sobre el comercio de armas. Al analizar los datos, los periodistas descubrieron que en el año 1977 se produjo el mayor número de decretos secretos, 1,212, y la junta militar justificó el secreto bajo los auspicios de “consolidar la paz y preservar los intereses de la República”.
El trabajo, dirigido por Crucianelli y Mariel Fitz Patricio, implicó investigación cualitativa y cuantitativa. “Lo que hicimos fue procesarlos en una base de datos y buscar patrones, repeticiones y diferentes aspectos que nos permitieran conocer detalles de los préstamos que se habían tomado durante la dictadura, los libros que habían sido prohibidos, las personas a las que se les había prohibido salir del país y otras líneas de trabajo,» explica Crucianelli.
El proyecto ganó el Premio Nacional del Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) en la categoría de periodismo de investigación, y mostró el valor de profundizar en los secretos del pasado en busca de historias de investigación.
Los datos siguen siendo centrales en la producción de Infobae, y con dos historias de datos semanales, se encuentran entre los principales productores de informes basados en datos de la región.
Para mantener este ritmo de publicación, el equipo sistemáticamente busca una gran lista de bases de datos nacionales e internacionales para material nuevo, y lleva un enfoque “agresivo” en solicitudes de información.
Si bien los datos abiertos han dado a los periodistas acceso a información confidencial, como registros de gasto público, cifras presupuestarias, declaraciones oficiales, y los detalles salariales, “hay deudas pendientes en lo que respecta a los gobiernos”, señala Crucianelli, particularmente en términos de calidad y sobre la publicación de datos “en momentos oportunos”.
Uso de datos para investigar la corrupción, la malversación de fondos y el medio ambiente en Convoca

Un mapa interactivo en el que los lectores pueden explorar cómo se han gastado los fondos públicos para ayudar a las personas expuestas a metales pesados tóxicos. Imagen: Captura de pantalla de la investigación realizada por Convoca
Uno de los primeros proyectos de big data del medio peruano Convoca fue el blockbuster regional Lava Jato – traducido como Operación Lava Jato – el resultado del trabajo colaborativo de periodistas de América Latina para investigar uno de los más grandes casos de corrupción en la región en los últimos tiempos.
En la investigación, que profundizó en un esquema de soborno transfronterizo relacionado con varias empresas brasileñas, los periodistas de Convoca llevaron a cabo análisis de datos para detectar sobrecostos y permitir a los periodistas seguir el dinero.
Desde entonces, el medio ha utilizado datos para explorar temas ambientales, como en La ruta ilegal de las algas peruanas, una investigación con Connectas y el Centro Internacional de Periodistas (ICFJ), y Expediente tóxico, donde los periodistas profundizaron en el impacto de metales pesados tóxicos en niños y otras personas expuestas a sustancias como el plomo y el mercurio.
Recientemente, han estado utilizando datos para desarrollar nuevos formatos, creando Games for News, uno de las primeras plataformas de videojuegos interactivos de interés público en Sudamérica.
Se utilizó para crear el videojuego Verdades vs. Mentiras de la Comisión de la Verdad en el que los usuarios intentan identificar si discursos supuestamente provenientes del informe final de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación del país –relacionados con el conflicto armado interno del país– son verdaderos o falsos.
Pérez Pinto afirma que mejorar la experiencia del usuario es clave para atraer audiencias, y una apuesta a la que los medios deberían prestar más atención. Destacó como inspiradores los ejemplos de unidades de datos en otras regiones que reúnen proyectos con visualizaciones avanzadas, elementos interactivos y diseños impresionantes.
Pero dice que, para todos estos proyectos, poder acceder a los datos es vital y los periodistas tienen que lidiar cada vez más con «barreras burocráticas».
“Entonces como periodistas tenemos que acudir al Tribunal de Transparencia y, a veces, no te dan una razón” para conceder o negar tu solicitud de datos, señala.
Sistematización de datos y bases de datos: el caso de El Universal

El Universal creó mapas interactivos para explorar la crisis de personas desaparecidas en México y Colombia. Imagen: captura de pantalla
En México, los periodistas han estado utilizando datos para ayudar con investigaciones en profundidad sobre uno de los problemas más desafiantes del país: el crimen organizado.
Uno de los primeros trabajos fue Desaparecidos, un proyecto multimedia colaborativo diseñado para contar las historias de las víctimas del crimen organizado y la trata de personas en México y Colombia, y detallar algunas de las historias de las más de 25,000 personas que han desaparecido en la última década. El periódico mexicano El Universal se unió a El Tiempo de Colombia para realizar este proyecto que ganó el Premio Ortega y Gasset a la mejor cobertura multimedia en 2016.
En México, País de los Cárteles, el equipo creó un sistema para analizar y revisar una filtración de correos electrónicos que contienen informes de inteligencia del Secretario de Defensa Nacional de México. “Esos documentos te decían qué organizaciones criminales estaban en los distintos estados y municipios”, explica Daniela Guazo. Utilizando los datos, el equipo pudo revelar que el país tiene más de 80 grupos del crimen organizado y alrededor de 16 bandas criminales, datos que utilizaron para crear un mapa interactivo.
Más recientemente, en colaboración con Connectas, el equipo trabajó en Depredadores en las aulas, una investigación sobre el abuso infantil en las escuelas basada en datos solicitados a 32 fiscalías estatales de todo el país. Luego de recibir la información, procesarla y analizarla, el equipo pudo crear una base de datos con más de 3,000 presuntas agresiones a menores dentro de las escuelas durante un período de 10 años. La investigación ganó el Premio Rey de España a la Cooperación Internacional y Acción Humanitaria de este año.
«Estamos avanzando, todavía no a una escala como la de los medios de comunicación en Estados Unidos o Europa,… pero de acuerdo con nuestro contexto», dijo Guazo.
Pero la presentación de datos de investigación tiene un precio. No sólo la tecnología y los equipos son costosos, sino que el personal también es fundamental.
«El periodismo de datos cuesta y cuesta caro», señala Guazo, y agrega que los periodistas también están luchando contra un panorama complejo de salarios bajos, amenazas del crimen organizado e incluso reacciones de los gobiernos.
Uso de datos para explorar temas que son importantes para nuevas audiencias: La Data Cuenta

Un gráfico que explora cómo han aumentado las temperaturas en Costa Rica, publicado como parte del proyecto de cambio climático. Imagen: Captura de pantalla de La Data Cuenta
La Data Cuenta literalmente significa «los datos importan». Y desde su lanzamiento, la plataforma se ha ganado un nombre al explorar temas como el cambio climático, la migración, los derechos humanos y la desigualdad de género a través de datos.
El proyecto Así te afecta el cambio climático utilizó datos, gráficos e investigaciones para mostrar cómo el cambio climático afecta a Costa Rica, donde tiene su sede el equipo. Implicó análisis y visualización de datos y permitió que el medio abordara un tema que interesa a los lectores más jóvenes.
“Ese proyecto fue clave para varias cosas [entre ellas] conectar con el público que nos seguía, principalmente jóvenes de entre 18 y 25 años”, dice Fallas. “Fue un proyecto importante porque nos permitió explicar el tema del cambio climático desde sus diferentes ángulos y fases, con datos, historias y ejemplos de la vida cotidiana”.
Mientras tanto, la investigación financiera climática ¡Muéstrame el Dinero! desenredó la forma en la que opera el sistema de financiamiento global para el cambio climático, y cómo el sistema –según el informe– está atrapando a la región con “una dependencia excesiva de créditos climáticos”.
“Esta investigación nos abrió la puerta para hacer alianzas con otros medios como el Centro de Periodismo de Investigación de Puerto Rico”, dice Fallas. Agrega que actualmente el medio está enfocando sus energías en la regionalización –buscando crear contenido que sea relevante más allá de Costa Rica– mientras mantiene su enfoque en el cambio climático y el género, dos temas que no estaban en la agenda de los medios comúnmente.
Pero, agregó, los cambios gubernamentales han dificultado el acceso a los datos, y las ideologías políticas influyen en la capacidad de los periodistas para obtener información relevante. «Hay países donde un gobierno promueve los datos abiertos o la transparencia, y de repente llega otro gobierno, con otra ideología, y bloquea la información, o dificulta su obtención», dijo.
Cómo Aos Fatos de Brasil está utilizando modelos lingüísticos para abordar la desinformación

Radar Aos Fatos, un monitor de desinformación multiplataforma que analiza miles de publicaciones en plataformas digitales como WhatsApp. Imagen: Captura de pantalla
Aos Fatos –una organización de investigación y verificación de hechos que utiliza la tecnología para abordar información errónea – fue creada en 2015. Los datos y la tecnología siempre han sido claves en su estrategia, y es por eso que, desde el principio, el equipo estructuró su sistema de gestión de contenidos para que pudieran organizar sus informes por temas, fuentes utilizadas y términos comunes que les permitieran integrar diferentes proyectos.
Esto les ha permitido desarrollar proyectos como el chatbot Fátima, que opera con un modelo de lenguaje grande y mapea todo el archivo de Aos Fatos para responder a la audiencia. «¡Hola!» Fátima dice a los lectores: “Estoy aquí para ayudarlos a verificar si la información es verdadera o no. Para interactuar conmigo, haz una pregunta o envía un mensaje de texto que te gustaría verificar”.
El equipo multidisciplinario también creó Radar Aos Fatos, un monitor de desinformación multiplataforma que analiza miles de publicaciones en plataformas digitales como WhatsApp, Facebook, Instagram y YouTube en busca de patrones lingüísticos comunes en las campañas de desinformación. Es decir, procesa automáticamente los datos de las plataformas y genera otra base de datos, filtrada según el tema, con la que pueden trabajar sus periodistas.
Con Radar, el equipo ganó el Premio Gabo en 2020, donde los jueces dijeron que el proyecto “hace un uso destacado de la inteligencia artificial para detectar y mostrar tendencias y patrones de desinformación en las redes sociales.»
«Estamos muy orgullosos de ello, pero depende de los datos que proporcionen las plataformas», dice Nalon, co-fundadora de Aos Fatos. “A medida que restringen cada vez más el acceso a sus datos, resulta más difícil mantenerlos en funcionamiento. Evidentemente, sin datos no hay periodismo de datos”.
Le preocupa el impacto de la IA en el periodismo y la posibilidad de que el periodismo de datos se vuelva más económico y tecnológicamente dependiente de las grandes empresas tecnológicas con sede en el extranjero y de los modelos de IA desarrollados desde una perspectiva del norte global.
El acceso a datos confiables también se ha vuelto más difícil en todos los ámbitos, dijo Nalon, con redacciones cada vez más pequeñas y con menos profesionales disponibles para exigir transparencia y utilizar mecanismos como la legislación sobre libertad de información para promover una cultura de datos públicos.
Proyectos innovadores en periodismo siempre conllevan un riesgo de inversión, algo que es “contrario a la cultura corporativa de nuestros tiempos que favorece las recompensas inmediatas”, dijo.
Pero todavía hay margen para el optimismo. Por su parte, Pérez Pinto sugiere un futuro en el que las universidades colaboren con los medios de comunicación proporcionando entrenamiento en visualizaciones, la creación de aplicaciones de noticias y juegos interactivos. Espera que la colaboración entre disciplinas pueda ayudar a difundir el conocimiento y aumentar el alcance de las investigaciones..
Y en Argentina, Crucianelli también se muestra discretamente optimista.
“El periodismo de datos va a crecer en los próximos años mucho más que ha crecido hasta ahora”, dice. «El desafío es que los medios encuentren los recursos necesarios».
Lucero Hernández García es periodista independiente en México, consultora digital y colaboradora en GIJN en español. Es Maestra en Comunicación y Medios Digitales, con especialidad en producción multimedia. Docente universitaria y capacitadora en datos, visualización, herramientas digitales y periodismo digital. Su trabajo ha sido publicado por IJNet, Alharaca, Animal Político, Revista Nexos, CIMAC y Connectas. Ha recibido becas de Cosecha Roja, Sembramedia y la Fundación Thomson Reuters.