Del origen a la mesa: investigar historias de alimentos alrededor del mundo
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En el verano del 2021, la periodista Madison McVan, del Midwest Center for Investigative Reporting, se trasladó a un pueblo de Oklahoma donde está una de las plantas de envasado de carne más grandes de Estados Unidos.
Su viaje inició meses antes, por un comunicado de prensa de un sindicato sobre las inadecuadas condiciones de trabajo en la planta de Seaboard Foods, con relación al COVID-19. Mientras entrevistaba a los trabajadores, McVan descubrió una inquietante cultura de ignorar lesiones sufridas por los empleados desde antes de la pandemia.
La seguridad laboral es tan solo una parte del reportaje de McVan, porque ella se especializa en cubrir la industria de la carne: desde los pastizales hasta los anaqueles de las tiendas. «Mi reino es todo lo que esté atado a la cadena de suministros», dice McVan.
La comida, que a menudo se cubre desde el lente de la cultura, cada vez llama más la atención de los periodistas de investigación, que observan los pasos que siguen los alimentos hasta llegar a un plato. El escrutinio está revelando los impactos ambientales, las condiciones laborales, las implicaciones para la salud y la influencia política ligada a los alimentos.
«Es un sistema y, desde el periodismo, debes comprender los elementos de estos factores sistémicos», afirma Mark Schapiro, un periodista de investigación que cubre agricultura y medio ambiente.
El poder de los alimentos
Al inicio, Schapiro comenzó a cubrir asuntos relacionados con pesticidas. En ese entonces, no pensó que esto lo llevaría a historias sobre alimentos, pues consideraba que era un tema de salud pública.
Schapiro recuerda que no le interesaba escribir sobre insumos, sino sobre el poder político y económico. Sin embargo, entendió que “los alimentos son una cuestión de poder económico y político».
Schapiro, autor del libro “Seeds of Resistance” («Semillas de resistencia»), es catedrático de la Escuela de Posgrado de Periodismo de Berkeley, en la Universidad de California. Su experiencia le ha permitido evidenciar que durante la última década ha habido un «florecimiento» de reportajes enfocados en el sistema de alimentos.
Algunos medios, como la Food and Environment Reporting Network (FERN) y Civil Eats, están enfocados en cubrir el proceso de producción, distribución y el acceso a los alimentos. Este sistema también recibe atención de publicaciones con enfoques ambientales más amplios, como Inside Climate News y The Guardian.
Las condiciones laborales en la cadena de suministros son parte de otro tema importante, desde los derechos de los trabajadores rurales hasta la ausencia de protecciones contra el COVID en las plantas de procesamiento. The City ganó el premio James Beard 2022, en la categoría de periodismo de investigación, por reportajes sobre los repartidores de alimentos en la ciudad de Nueva York. New York Magazine/The Verge fue finalista por investigar el mismo tópico.
«Las personas comienzan a darse cuenta de que hacer reportajes sobre el sistema de alimentos impacta a todos los temas periodísticos y disciplinas», comenta Schapiro.
Muchas investigaciones sobre aspectos de la industria de alimentos resaltan las relaciones entre los anaqueles de los supermercados y la influencia de grandes corporaciones. Una historia de 2020 del Bureau of Investigative Journalism demostró cómo la cadena de suministros del gigante de alimentos de Estados Unidos, Cargill, estaba relacionada con graves niveles de deforestación en Brasil y denunció que una de sus granjas proveedoras usaba trabajo infantil (La empresa negó la acusación).
En una serie de tres partes, Oxpeckers Center for Investigative Environmental Journalism investigó el uso, impacto y reglamentación de cultivos genéticamente modificados en África. Stéphane Horel, un autor francés y periodista de investigación para Le Monde, reveló la influencia de corporaciones como Monsanto y documentó el impacto dañino de los pesticidas.
Algunas historias muestran el efecto de la demanda por ciertos alimentos en el mundo. En 2021, el portal de noticias Mongabay y la organización sin ánimo de lucro Tansa, junto con el Environmental Reporting Collective, se unieron para realizar una investigación sobre las abusivas condiciones laborales en los barcos pesqueros de Dalian Ocean Fishing, una compañía de atún.
Otro proyecto de Mongabay, en 2021, reveló las consecuencias de las prácticas de pesca europeas de atún de aleta amarilla en el océano Índico. Lighthouse Reports, un medio de los Países Bajos, puso de relieve el maltrato a trabajadores migrantes en las granjas de Europa durante la pandemia.
Schapiro asegura que los periodistas pueden identificar las conexiones e intereses que determinan cómo se producen y distribuyen los alimentos, cuando se miran como un gran sistema. Al hacer reportajes sobre pesticidas, parece obvio enfocarse en los agricultores que utilizan químicos dañinos, pero es fundamental observar esa granja en su contexto.
«Sigues el camino de una granja que usa sustancias tóxicas y terminas en una de las compañías de commodities más grandes del mundo, luego en las operaciones de los inversionistas más poderosos», afirma Schapiro.
Historias de clima y biodiversidad
Brent Cunningham, el editor ejecutivo de la organización periodística sin ánimo de lucro FERN, confiesa que no tenía la misión de cubrir el cambio climático cuando inició hace 10 años. Su objetivo era suplir la necesidad de hacer cubrimiento serio sobre el sector de los alimentos, al tiempo que la reducción en el presupuesto de los medios existentes llevaba a recortes en los empleados que cubrían los temas agrícolas.
Tras una década del inicio de FERN, le resulta claro que el sistema de alimentos está relacionado de manera estrecha con las crisis globales del clima y de la biodiversidad. Casi una tercera parte de las emisiones de gases de efecto invernadero proviene de los sectores de alimentos y agricultura, según la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. Además, la agricultura es la principal amenaza para 86% de las especies en peligro de extinción, de acuerdo con un informe de 2021 del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
Cunningham afirma que casi todas las historias de FERN están ahora relacionadas con estos grandes temas ambientales. «Creo que hay esta toma de conciencia de que, si no hacemos algo sistemático relacionado con nuestro enfoque de la agricultura, nunca podremos mitigar el cambio climático», agrega.
FERN opera en un modelo de alianzas y publica casi todas sus historias en alianza con otros medios de comunicación. Su mirada sobre el sistema de alimentos no incluye recetas de cocina y reseñas de restaurantes, sino una mirada al sistema alimenticio desde otros ángulos: la sostenibilidad de la pesca; la viabilidad de granjas de carbono; los movimientos de base alemanes para conservar la biodiversidad; las implicaciones del fin de los beneficios para enfrentar la inseguridad alimentaria que iniciaron durante la pandemia.
La periodista Teresa Cotsirilos investigó «Ag Pass», un programa de California que les permite a los agricultores conservar a sus empleados, cuando una zona está bajo evacuación obligatoria a causa de incendios forestales. Este trabajo de 2021 se publicó en conjunto con Reveal, una plataforma del Center for Investigative Reporting.
Cotsirilos, que trabaja desde California, tejió una red de fuentes relacionadas con agricultura y escuchó quejas sobre el programa. La historia llevó a que el condado de Sonoma revisara «Ag Pass».
Los datos, o la ausencia de ellos, han impulsado otras historias. FERN halló, como parte de una investigación con el Midwest Center for Investigative Reporting y The Guardian, que, durante los últimos 10 años, Carolina del Norte tenía registros de tan solo 33 quejas públicas sobre operaciones de ganadería. Esta es una marcada diferencia con respecto a otros estados con ganadería porcina, que en un periodo similar acumularon miles de denuncias. Durante años, las quejas a las autoridades de Carolina del Norte sobre el mal manejo de los desechos porcinos habían desaparecido.
Parte de la misión de FERN es darles a los periodistas, a menudo independientes, el tiempo y los recursos para hacer el tipo de reportajes profundos que llevan a historias impactantes. Cunningham hace énfasis en que la mayoría de historias de FERN depende del tipo de «periodismo de vieja guardia», que implica ensuciarse las botas, construir relaciones con fuentes y hacer muchas llamadas.
«No es un truco o un secreto que las personas no conozcan», dice Cunningham. «Tan solo toma tiempo».
Investigar una industria en bonanza
La agricultura representa un poderoso sector económico en Brasil. En ese contexto, los periodistas se esfuerzan por alertar sobre prácticas ambientales destructivas y abusos laborales.
«El mundo se alimenta de la comida que viene de Brasil», comenta Ana Aranha, editora de proyectos especiales de Reporter Brásil. Ese país constituye uno de los principales exportadores de grano de soja, carne de res, pollo, azúcar, entre otros. En 2020, se calculó que Brasil alimentaba a cerca de 10% de la población. Sin embargo, afirma que las personas no son conscientes de lo que implica producir esos alimentos.
Los medios de investigación sin ánimo de lucro Repórter Brasil y Agencia Pública se unieron en 2018 para lanzar “Por Trás Do Alimento” (“Por detrás de los alimentos”), un trabajo enfocado en el uso de pesticidas en la agroindustria brasileña.
Este proyecto ha abordado cómo pesticidas prohibidos en Europa por su impacto sobre las abejas se venden en Brasil, cómo una gran cadena de supermercados fue multada por vender productos contaminados con pesticidas que superaban los límites legales y cómo los terratenientes usaron los pesticidas como armas para desplazar comunidades que vivían en tierras bajo disputa.
Aranha asegura que las historias sobre pesticidas resultan difíciles de investigar por el reto de hallar los datos. Una estrategia que ha usado es construir confianza con fuentes en los niveles medios de la agroindustria, que ven lo que implica la producción y saben cómo se presenta a los consumidores. En su opinión, los empleados en estas posiciones que no están contentos con las actividades de la compañía pueden ser fuentes útiles para los periodistas.
Entretanto, existen más periodistas explorando otras facetas de la boyante industria de la agricultura en Brasil. Reporter Brásil reveló condiciones «similares al esclavismo» en una proveedora de granos de cacao para compañías internacionales de chocolate y, en alianza con The Guardian, hizo un reportaje sobre los vínculos entre la industria de carnes más grande del mundo y la deforestación en Amazonas.
Aranha explica que investigar la producción de alimentos en Brasil es como cubrir «dos universos distintos». En el mercado, los alimentos son bellos y la tecnología parece avanzada; pero en el terreno se ve las difíciles condiciones laborales, la degradación de ríos y bosques, así como las comunidades que son expulsadas para dar espacio a la agroindustria.
«Parece que fuera un tiempo o mundos distintos. Como si no conviven juntos», afirma Aranha. «¿Cómo pueden estas dos cosas ser parte de la misma cadena? Es tan extraño cada vez que regreso de estos viajes y me digo, de allá es que nuestros alimentos de hecho provienen y eso es lo que sucede».
Una industria masiva
McVan realiza una amplia mirada a la industria de la carne, en el Midwest Center for Investigative Reporting. Ha hecho reportajes sobre cómo los vertidos de fertilizantes ligados al ganado afectan el agua potable de comunidades con bajos ingresos y cómo el exsecretario de Agricultura de Estados Unidos, Sonny Perdue, hizo lobby para mantener abiertas las plantas de envasado de carne en las primeras semanas de la pandemia, a pesar de los riesgos para los trabajadores.
En junio de 2021, reveló cómo algunos programas de inserción laboral para reclusos continuaron durante la pandemia en las plantas de envasado de carne. Los prisioneros se movían entre dos ambientes muy peligrosos y corrían el riesgo de que hubiera grandes brotes de COVID en el interior de la planta. McVan supo de la situación por correos electrónicos entre funcionarios públicos, que obtuvo a través de peticiones de acceso a la información.
Los registros públicos son una buena parte de la estrategia de McVan para cubrir la industria de la carne. En pueblos y regiones donde una compañía específica juega un papel importante en la economía local, solicitó comunicaciones entre las agencias públicas relevantes y cualquier correo electrónico que llevara el nombre de dominio de la compañía.
McVan añadió que el portal del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos también es una fuente valiosa, pues aporta datos granulares de comercio para los Estados Unidos y sus socios comerciales. Además, usó informes escritos por miembros de ese departamento sobre la situación de la agricultura en otros países, como Ucrania.
Su mayor interés son las condiciones laborales de la industria, donde trabajan muchos inmigrantes, refugiados y personas de color. «Cuando piensas en la cantidad de personas que trabajan en el sector de alimentos, sea como trabajadores en granjas, en plantas de procesamiento y envasado, o en supermercados y restaurantes, caes en cuenta de que es una industria masiva», comenta McVan.
Para investigar las condiciones laborales de la industria de alimentos, la periodista afirma que es fundamental generar confianza con las personas que trabajan en las plantas de procesamiento, como hizo en su investigación de Seaboard Foods. En su caso, hace bastantes entrevistas en español –el idioma nativo de muchos trabajadores– y procura ser muy sincera con sus fuentes. Cuando se presenta, explica que cree que la historia es importante y se asegura de que la gente sepa que no está obligada a hablar con ella.
A su juicio, las corporaciones de alimentos merecen el mismo nivel de escrutinio que otras empresas o agencias del gobierno. «No podemos perder de vista que estas empresas de alimentos son grandes corporaciones, como Amazon y Facebook», dice McVan.
Aranha, por su parte, afirma que los impactos ambientales, condiciones laborales e intereses corporativos que hacen parte de la producción de alimentos no son siempre obvios para los consumidores que reciben un plato de comida en la mesa. «Estamos hablando sobre lo que introduces a tu boca, sobre cuánto gastas en alimentos, sobre tu salud», asevera. «Todo está conectado, pero toma mucho tiempo encontrar las raíces».
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Elizabeth Hewitt es una periodista independiente que trabaja desde los Países Bajos. Sus reportajes han sido publicados en National Geographic, Columbia Journalism Review y Civil Eats, entre otros. Fue colaboradora de US Press Freedom Tracker y trabajó como periodista y editora del portal sin ánimo de lucro VTDigger.org.